
Las respuestas a por qué sufro dolor cervical son múltiples y variadas. Vamos a ver algunas y centrarnos en las soluciones.
El dolor cervical, comúnmente conocido como dolor de cuello, puede ser causado por una variedad de factores. Algunas de las razones más comunes por las que las personas sufrimos dolor cervical, incluyen:
Tensión muscular:
La tensión en los músculos del cuello, a menudo debido a malas posturas, estrés, o lesiones menores, puede causar dolor cervical.
Lesiones:
Lesiones tales como el latigazo cervical, caídas, accidentes automovilísticos, o lesiones deportivas, pueden dañar los tejidos del cuello y causar dolor.
Hernia de disco:
Cuando un disco intervertebral en la columna cervical, se desplaza o se hernia, presiona los nervios cercanos, y causar dolor en el cuello y los brazos.
Artritis:
La artritis cervical, como la osteoartritis, o la artritis reumatoide, puede causar dolor crónico en el cuello, al dañar las articulaciones y los tejidos circundantes.
Compresión nerviosa:
La compresión de los nervios en la columna cervical, debido a hernias de disco, espolones óseos, u otras afecciones, puede causar dolor y entumecimiento en el cuello y los brazos.
Postura incorrecta:
Mantener una postura inadecuada durante largos períodos, como sentarse frente a una computadora con mala ergonomía, causa tensión en los músculos del cuello y produce dolor.
Estrés emocional:
El estrés y la ansiedad, al manifestarse como tensión muscular en la zona del cuello y los hombros, siempre contribuyen al dolor cervical.
Enfermedades subyacentes:
En algunos casos, el dolor de cuello puede ser un síntoma de una afección médica subyacente, como una infección, o un tumor.
Es importante que cuando te preguntas por qué sufro dolor cervical, tengas en cuenta que el dolor de cuello puede variar en gravedad, desde molestias leves, hasta dolor intenso y discapacidad. Si sufres dolor de cuello persistente o severo, es importante que busques atención médica para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.
Cómo eliminar el dolor cervical
¿Por qué sufro dolor cervical? Hemos visto la cantidad de razones que pueden provocar dolor de cuello. Pero en realidad, lo que yo misma estaba ansiosa por descubrir cuando empecé a investigar para este artículo, no era tanto por qué sufro dolor cervical, sino soluciones al mismo. La tensión muscular, las malas posturas, antiguas lesiones, y otros motivos en los que la vida sedentaria y el estrés continuado tienen mucho peso, son los culpables de una de las afecciones más incapacitantes. Estamos acostumbrados a aguantarnos, pero necesitamos saber cómo eliminar el dolor cervical.
Reposa y evita actividades que empeoren el dolor:
Descansa tu cuello y evita actividades que puedan agravar el dolor, como mirar hacia abajo durante mucho tiempo, o girar bruscamente la cabeza.
Aplicación de calor o frío:
La aplicación de calor o frío en el área afectada puede ayudar a aliviar el dolor. Prueba ambas opciones para ver cuál funciona mejor para ti. Es importante señalar que, los masajeadores cervicales más completos, cuentan con opción de dar calor sin masaje y de dar masaje sin calor.
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Masajes:
Los masajes suaves en la zona del cuello siempre relajan los músculos tensos y reducen el dolor. Los masajeadores de cuello más completos suelen ofrecer dos tipos de masaje, de compresión, o Masaje shiatsu, y vibración.
Puedes leer aquí Diferencia entre Masaje Vibración y Masaje Acupresión
Estiramientos y ejercicios:
Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de los músculos del cuello y la espalda, puede ayudar a prevenir futuros episodios de dolor cervical. Un fisioterapeuta puede proporcionarte ejercicios específicos.
Mantén una buena postura:
Asegúrate de mantener una postura adecuada al sentarte y estar de pie. Usa una silla ergonómica si trabajas en una computadora y ajusta la altura de tu pantalla para que esté a la altura de tus ojos.
Almohada adecuada:
Asegúrate de que tu almohada sea cómoda y adecuada para tu posición de sueño. Una almohada que soporte la curva natural de tu cuello puede ayudar a prevenir el dolor cervical.
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Consulta a un médico:
Si el dolor cervical es grave, crónico, se asocia con otros síntomas preocupantes como debilidad, hormigueo o dolor en brazos o piernas, o si no mejora con las medidas caseras, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento necesario.
Recuerda que cada caso de dolor cervical puede ser diferente, por lo que es importante hablar con un profesional de la salud para obtener una evaluación adecuada y un plan de tratamiento personalizado. No dudes en buscar atención médica si el dolor persiste o empeora y no te auto mediques.
Para el dolor de cuello, ¿calor seco o húmedo?
La elección entre calor seco y calor húmedo para tratar el dolor cervical puede depender de tus preferencias personales y de lo que te resulte más efectivo en términos de alivio del dolor. Ambos tipos de terapia de calor son útiles en diferentes situaciones:
Calor seco para dolor cervical:
El calor seco, generalmente, se aplica a través de una fuente de calor, como una almohadilla térmica eléctrica, o una bolsa de agua caliente. Puede ser más conveniente y fácil de usar, ya que no hay riesgo de humedad. El calor seco es eficaz para aliviar la tensión muscular y aumentar el flujo sanguíneo en la zona afectada.
Calor húmedo para dolor cervical:
El calor húmedo, implica la aplicación de calor en forma de compresas calientes, toallas húmedas calientes, o baños calientes. La ventaja del calor húmedo es que puede penetrar más profundamente en los tejidos y resultar especialmente relajante. Algunas personas encuentran que el calor húmedo es más efectivo para aliviar el dolor muscular y reducir la rigidez.
En última instancia, la elección entre calor seco y calor húmedo depende de tu preferencia y de lo que te haga sentir más cómodo y aliviado. Puedes probar ambos métodos y ver cuál te proporciona un mejor alivio del dolor en tu caso específico. Independientemente de la opción que elijas, asegúrate de seguir las instrucciones de uso y evitar el calor excesivo para prevenir quemaduras o lesiones en la piel. Si el dolor persiste o empeora, es importante buscar atención médica.